MARIDAJE ENTRE VINO Y LITERATURA. CIEN AÑOS DE SOLEDAD Y OLOROSO, DIOS BACO
Jornada organizada en Caballero Bonald
Sherry Wee/ Sherry Book
MARIDAJE
DE VINO Y LITERATURA
Yo he elegido el libro: Cien Años de Soledad, del
escritor colombiano, Gabriel García Márquez y lo marido con un vino oloroso, concretamente,
y en esta ocasión, con el Oloroso, Dios
Baco, de la bodega del mismo nombre, situada entre Pio doce y la calle
Medina.
Una obra maestra. Un libro que empecé a degustar hace
muchos años -todavía lo degusto, después de varias décadas lo sigo releyendo,
no obstante Carlos Fuente lo calificó como el Quijote americano.
Una novela que posee todo el misterio, toda la magia y toda
la poesía, que a su vez, encierra la bodega donde se elabora y se extrae este
magnífico caldo.
Un vino seco color caoba para degustar con un catavino,
sorbo a sorbo, y con él penetrar por esa veta profunda, y para mí
sagrada, que es el universo Macondo, sabiendo que Macondo es un lugar que
contiene todos los lugares, un lugar de leyenda y de seres míticos como lo
es este antiguo dios Romano, inventor
del vino y de la fertilidad, pero también como ya los son la mayoría de los
personajes que pululan en este libro: Los José Arcadios, Los Aurelianos, toda
la familia Buendía, Figuras, algunas tan maravillosas e insondables en mi
memoria lectora como Úrsula Iguarán, el gitano profeta Melquíades, o Remedios la
Bella.
Y de la magia a la realidad más absoluta, y de la realidad
a la magia. Todo un prodigio que poder descifrar, como así es Jerez, sus viñas,
sus bodegas, su tierra albariza… como así es la antigua y apreciada solera de
este vino soñado en una bota que junto a otras muchas botas parecieran querer
formar parte de esta obra maestra, esta excepcional y alquímica novela que su
autor nos dice, tardó en madurar diecisiete años y en redactar catorce meses.
Un libro arraigado a la tierra y a los ancestros, todo un engranaje
de palabras medidas, ajustadas y timbradas, como un sistema de criaderas, así como
un regusto al paladar más exigente, este libro, al que siempre vuelvo.
Isabel de Rueda
Comentarios
Publicar un comentario