Mi Reseña del libro de poemas "Las Ventanas del Tiempo" de Ana Isabel Alvea Sánchez publicada en la Revista Nayagua 36

 LAS VENTANAS DEL TIEMPO






Caminar despacio por entre las letras impresas de la poeta Ana Isabel Alvea y detenerse en su último libro de poesía; Las Ventanas del tiempo, implica tomar aire, meditar, poner atención en el Ser y el ahí; la existencia de Heidegger y resistir, sobre todo resistir-nos dice la poeta sevillana- una palabra que en esos justos momentos en que se escribe este libro, adquiere otra dimensión distinta.  Resistir, sabiendo como ella sabe, que frente al crujido oscuro de la muerte está la poesía.

La poesía aquí entendida como pálpito pero también como conocimiento; ese conocimiento intuitivo que ya decía María Zambrano.

Un libro, Las Ventanas del Tiempo, que nos invita a mirar, a observar detenidamente y con ello abrazarte al asombro, al misterio del verso y la palabra.  

Así, sin ningún halo de prisa y como viene siendo su línea, ya desde su primer libro Interiores, Hallarme yo en el Mundo, Púrpura de cristal o la Pared del Caracol, la poeta desenreda el alfabeto, indaga entre el alumbramiento y la nada, esa región de palabras, - pasito a pasito-porque escribir es como sacar agua del pozo, nos confiesa en uno de los versos de este libro.

La búsqueda permanente de la esencia es lo que lleva a la autora al uso irrevocable de un lenguaje minimalista. Un lenguaje sugerente, que a veces aparece casi como un haiku, un pequeño temblor en el aire, una imagen que nos cautiva en su belleza y que recuerda, en muchos de sus poemas, la sutileza de la poesía oriental, esa Dádiva entre cuatro paredes y el regalo del tiempo. Un tiempo que ahora aparece ya trascendido.

Un libro precioso también en su forma, cuidadosamente editado por la editorial sevillana Maclein y Parker

El libro que se estructura en cuatro apartados o capítulos, donde a su vez aparecen cuatro personajes, cuatro voces distintas; las de Virginia, Silvia, Pablo, Laura. Vecinos de un mismo bloque, una misma calle ficticia, una calle -curiosamente con nombre de poeta- cuatro voces sumidas por un estado de confinamiento, una pandemia que ha paralizado el mundo. Voces que reflexionan, que buscan la belleza y profundizan. Temas universales como la soledad, la libertad, el amor, la muerte, el miedo aparecen en esas cuatro voces que a su vez, es la voz trascendida de la poeta, Ana Isabel Alvea, que se observa a sí misma y observa el mundo.  

Una ventana real o imaginaria. A veces, también símbolo inequívoco de un libro, una película, o cualquier obra de arte o manifestación artística que nos eleve.

Porque la poesía, si es algo, es una ventana abierta, parece que quisiera decirnos con su último libro la poeta sevillana, un balcón donde la belleza, la reflexión, el conocimiento, nos llevan a descubrir nuevos horizontes insospechados de nuestra propia conciencia.

Isabel de Rueda




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