Mi RESEÑA DEL LIBRO: TODA LA VIOLENCIA DEL POETA ABRHAM GUERRERO TENORIO
Reseña que salió publicada el mes pasado en el primer número de la Revista Poética Digital Enverso, Ateneo de Jerez.
TODA LA VIOLENCIA de Abraham Guerrero Tenorio. Premio Adonáis 2020. Ediciones Rialp.
Toda La Violencia es el título del segundo libro de poesía –el primero, Los días Perros, La Isla de Siltolá, 2018- del joven arcense Abraham Guerrero Tenorio.
Un
poeta para muchos, desconocido y que
es noticia, entre otras cosas, por haber sido galardonado con el premio Adonáis, 2020. Uno de los más longevos y prestigiosos premios de poesía para jóvenes menores de treinta y cinco años, que
se dan en España, y que desde sus inicios
–primera década de los años cuarenta- nace con la finalidad de difundir e
impulsar nuevos valores de la poesía española.
No
obstante, poetas tan relevantes como José Ángel Valente, José Hierro,
Félix Grande, Antonio Gamoneda, o el mismísimo José Manuel Caballero Bonald, por citar sólo a algunos poetas que en su
juventud , consiguieron publicar y dar a
conocer sus obras a través de este premio. Ya bien,
por haber sido ganador, o bien, por haber obtenido un accésit del mismo.
Un poemario esencialmente intimista, ecléctico en su fondo, donde la huella indeleble del maestro, también arcense, Julio Mariscal, así como la marcada influencia de Roberto Bolaño , la poesía de lo cotidiano y de compromiso social, se entremezcla con una cuidadosa y sugerente epifanía métrica, no exenta de algún cultismo, para así ahondar desde una visión lúcida y analítica sobre la sociedad de su tiempo.
Y
lo hace desde la premisa de aquello que el pacifista noruego Johan Galtung
denominó en su teoría de la violencia, como violencia invisible.
en Judit y Holofornes, de Caravaggio:
el tenebrismo al
fondo…
…Aunque cuando hablo de violencia
también pienso en mi abuela,
su respingo
desconfiado
cuando una silla
arrastra las uñas por el suelo.
…pero ni Caravaggio
ni los rezos
han sabido ofrecerle la rabia de Judit…
y así, como esa abuela maltratada y sumisa van apareciendo a través de los recuerdos situaciones y personajes, todos ellos, aplastados por el fracaso y por la injusticia de una sociedad que parece llevarles a la autodestrucción.
La angustia existencial que bordea el libro y, que a veces recuerda a esos personajes vacíos y dolientes , que Onetti tan bien supo plasmar en sus novelas, donde unas zapatillas viejas En el blanco desorden del salón han sido testigo -señala en otro poema- de esa condena, que el poeta -como una parte importante de la juventud actual- viene arrastrando desde hace años y, que tiene que ver con la precariedad laboral que les obliga a peregrinar de un lugar a otro así, Hannover, Ámsterdam o Bristol…Y con ello la imposibilidad de tener una vida estable, la desazón, la idea de no poder formar una familia, tener hijos…
…E hicimos el amor por vez primera
en dormitorios donde no importaba el idioma.
Sabiendo que Éramos niños sin apenas sueños / hijos de obreros… evoca el poeta en tono calmo, reflexivo, respirando en la métrica del verso blanco, donde el endecasílabo y el alejandrino se entrecruzan de forma intermitente como un faro en la noche.
NACIMOS en la cal y
vimos
cómo se convirtieron
nuestros pueblos
en baratos destinos
de agencias de viajes…
Se queja -con razón- el poeta arcense, en este otro poema, donde se alude a la terrible mercantilización turística de buena parte de los pueblos y pequeñas ciudades de la Baja Andalucía, donde no hay salida laboral para una parte de esa juventud formada y universitaria, de la que el mismo poeta forma parte.
Ahora nos mudamos a las capitales/ con la provincia en la maleta/ y una licenciatura bajo el brazo...
Y donde el ceceo, como dialecto legítimo -nos dice en ese mismo poema- se margina desde los mismos medios dominantes y televisivos.
(Isabel de Rueda)
Comentarios
Publicar un comentario