ISABEL DE RUEDA POEMAS

 


 

Isabel de Rueda (Jerez de la Frontera) Ha cursado estudios de Filología Hispánica en la UNED  y publicado libros como: Tu silencio en voces (Vitruvio, 2006),  Pisadas sobre lienzo (EH Editores, 2009),  A propósito del espejismo (Ayuntamiento de Espiel, 2011),  Pizarras de agua  (Editorial Premium, 2012) , Horquillas en la Ventana (Los libros de Umsaloua, 2014),  Espejo de Mano (Ejemplar Único, 2017), Memoria errante (Karima Editora, 2018) Ha obtenido diferentes premios de poesía y accésit. Ha colaborado en diferentes revistas especializadas entre ellas: El síndrome felino, Luces y sombras, Tres orillas,  Ámbito, El ático de los gatos, En Sentido Figurado, La Luz Cultural, Tinta en la Medianoche, Rótula…  Y en antologías, como:  La mujer en la poesía  Hispanomarroquí , (Fundación dos Orillas, 2009),  Versos para derribar muros  (Los libros de Umsaloua, 2010),  Biznaga de poesía andaluza (Ediciones depapel, 2012),  Ronda de versos (Lastura, 2013),   Nube; Un mar de mujeres (Ediciones en Huida, 2013),  Con&Versos Poetas Andaluces del Siglo XXI (La Isla de Siltolá, 2014) , 28 Heterónimos esperando a Fernando Pessoa ( Karima Editora , 2018),  Poeta en Nueva York,  Poetas de Tierra y Luna (Karima Editora, 2018,),  Árbol de Alejandra,( karima Editora,


A VECES

A veces pienso que hay en mí
lugares misteriosos donde un verso
florece de repente como un fruto
donado por las aguas 
extrañas de algún río,
por un silbo
finísimo de anhelo
que arrastra mi conciencia,
no lo sé...
tal vez, acaso sea el abismo,
la silueta del dónde,
del cómo que camina,
esa sombra de asombro
que siempre me acompaña
y me retrae
a hurgar en los jardines
de idílicas hespérides la estrella
solar de la poesía.


PAZOS HERMOS

Desde Astorga a Monforte fue tirando
guijarro a guijarro su desamor de siglos,
una calzada de piedra allí en la ruta 
de los santos lugares
                    y luego
su corazón abierto;
un balcón 
con vistas a la Ribera del Sil,
mostrando en sus latidos los cimborrios,
los matices de verde,
la vasta enredadera de su pecho calmo.
Y como esas pallozas restauradas del frío,
así su rostro
adquirió la expresión de una sortija
enraizada en el largo caminar hacia dentro.
Os traigo el resplandor del sur- les dijo-
me llevo un sueño.
                              cerrar el corazón a los intrusos

                                                  Carlos Marzal

VISIONES

Afiliarte a las ramas de una luz,
habitar en su cerco,
desnudarte,
cerrar el corazón a los intrusos
destructores del sueño,
y correr
más abajo del arco
antiguo de un castillo derribado en la arena.
Ver el rostro
de tu rostro en el agua,
contemplarte,
modelar el silencio
con tu sola bitácora y mostrar
al final de la noche, la presencia
de esos seres extraños que nos pueblan.



                             a Virginia Woolf

EL HUÉSPED

I

Escaparse

de la sala común y con vigor

despertar al hambre o al desvarío.

Escaparse y saber

que el huésped que te habita es como un soplo 

de luces y anaqueles,

un molino 

más en estos campos o un nuevo rucio

en este ciclo de creernos eternos. Capitanes

de ínsulas perdidas entre los mapas

que golpean tu pulso. Un solo libro

donde escribir tu nombre.

II

Tener un cuarto propio y pelear

hojeando diarios y novelas y biografías,

hasta llegar aquí,

con los dedos emborronados de tinta

y un hambre de milenios.

Tener un cuarto propio, escribir

los círculos y las sombras de aquel huésped

que vaga por las noches y que golpea

las puertas del poema.

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