DOS POEMAS DE JOSEFA PARRA RAMOS







POEMAS PROHIBIDOS (II)                                                                                                               LO INNOMINADO 

   Lo sabíamos ambos,

por eso era superfluo repetirlo -también eso sabíamos-.

aunque a veces la noche se encarnizara en darnos

las palabras más bellas, por si acaso crecían.

Esas veces que faltaba un mal minuto

para que hubiese chispas rodando por el suelo,

y había que apartar los ojos, y amarrarse

los lazos casi sueltos de la triste cordura.

   Porque también sabíamos que era cosa de locos,

desvarío extremado (aunque, sí, delicioso)

y que era necesario extirparlo de golpe,

o sacarle los ojos, o cortarle las manos

para que no saliese

a la luz y mostrase

su inocencia perfecta, que no iba a entender nadie.


LA INFIDELIDAD IRREMEDIABLE

 

  Si, al final

ha de comer la tierra tus delicados huesos,

y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna

debajo de raíces y lianas, qué importa

que estés tan descubierto y accesible,

que encauces tu saliva en otros surcos,

que te des a pedazos cada noche

como Profana, y Cruel, y Santa Forma.

   Si, al final

has de ser a despecho de tu carne radiante

y de todo el deseo con que te he coronado

espléndido despojo que posea la muerte...


          Del libro: Elogio a la mala yerba



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