CÍRCULO ÚNICO -EL NUEVO POEMARIO DE ISABEL DE RUEDA
CÍRCULO ÚNICO:
Presentado el sábado 31 de Octubre en los Claustros de Santo Domingo de Jerez de la Frontera.
Un libro de poemas para todos los públicos pero pensado muy especialmente para los niños, con simpáticas y originales ilustraciones realizadas por Lucía Soto de Rueda y un magnífico prólogo a cargo de la cantautora chilena Mariela González.
Publicado por la Editorial Dalya
El libro se inspira en elementos que tienen que ver con esa antigua y milenaria disciplina que es la práctica del yoga. El yoga entendido no como un deporte, sino como una filosofía de vida
El acto fue presentado por José María Soto Ríos y estuvo acompañado por la cantautora chilena Mariela González, autora del prólogo y la guitarra del prestigioso guitarrista Simón González. Además de un grupo entrañable de niños y niñas que recitaron maravillosamente bien los poemas del libro.
PRÓLOGO
Detrás del fuego, debajo de las
piedras, bajo el plástico, hay todavía signos de vida, idiomas que intentan
encontrarse en el punto y la coma descifrando el acento. Hay todavía silencios que pueden más
que el grito. Hay esperanza en el abrazo, en la promesa que surge en los ojos
de un niño cuando de madrugada un pájaro canta en la ventana y nos recuerda el
trino de su pequeñita voz con la que empieza a nombrar las cosas de la vida,
las que laten en su lengua y va repitiéndolas así como las oye; madre, padre,
hermano, hambre y alimento. Y se desvisten sobre su lengua las primeras
sílabas, y en sus primeros pasos se asoma el explorador que abre su flor y todo
se conecta con el amor a través de la quietud y el movimiento. Intuición pura,
ese Dios que se expresa en todo gesto, sin que haya sido necesario descuidar la
sombra.
Amar al niño, a ese que cuando crece se fuga en primavera y como dice
Isabel tan hermosamente: “Un tranvía te
espera en cualquier parte,/ en algún lugar del mapa,/ alguien que nunca habías
visto,/ te rescata del frío y te devuelve al cálido paseo de un espejo…”
Abrir las alas y dejarse ir hacia esa dorada luz del verbo, sin olvidar nunca la ternura, ni el envase
que mueven tus labios cuando ríes
Agradezco, querida Isabel, haberme sumergido en este sitio sagrado,
invitado a cantar entre los graznidos del bosque; el tuyo, que es vertiente
sedienta y versátil.
Mariela González
Abre tu corazón,
respira.
observa
el cosmos,
sal
de tu pecera,
mira
el mar,
adéntrate
y
sé
un
guardián de luz
entre
sus olas.
Cuando
tengo miedo,
respiro,
toco
el corazón de las palabras,
respiro,
me
tiendo al suelo
y
boca abajo,
con
el sentido de la vista
y
el oído de las serpientes,
balanceo
mi espalda.
La
madre tierra me protege;
Brotan
sus semillas,
reverdece
el
campo de los sueños.
Balanceo
mi espalda.
Como
una cobra
me
alzo hacia arriba
y
un racimo
de
luz entra en mis ojos.
EQUILIBRIO
El
equilibrio
es
un príncipe de luz;
Fundido
con el alma
el
cuerpo se mantiene
sin
corona ni cetro.
Sólo
la
majestad del gesto,
la
espiga y la semilla,
el
cultivo,
el
amor.
FLOR DE LOTO
Así,
sentada
con
las piernas cruzadas
y
las palmas
de
las manos juntas,
soy una flor de loto.
La
belleza
de
mis pétalos sagrados está en el alma
que habita bajo el agua.
Ella me sostiene.
Con
un mantra,
observo
en
el estanque azulado el firmamento
de
mis manos juntas.
Sosteniendo
el verbo,
escribo
las
palabras
que
mecen a las palomas.
NIÑA PINTORA
La
niña pintora que hay en ti
hace
giros,
piruetas
extrañísimas y se aparta
del
circo hasta el extremo
oculto de un paisaje.
Con
sus lápices de nubes
busca
el lienzo y delinea
el contorno de un sol entre su cuerpo.
Toma clases, me consta;
cultiva
el Hatha yoga,
recicla,
es
una hippy y pinta
con
sus lápices de nubes
la esperanza.
Pinta y baila.
En
un blancor de manos se detiene.
Cada
noche, invertida,
mirando
las estrellas permanece.
Tomando
la postura de una vela o un arado,
se
estiliza,
con
su lápiz de ensueño.
IV
Que el amor sea
nuestro templo.
Que la risa,
la humildad,
el perdón,
sean las columnas
que sostengan
los pasos.
Y su altar
la palabra desnuda
de artificios florales.
Sean las vidrieras
que reflectan las
manos
un arco iris,
donde siempre
mirarnos.
Jugar
en el recreo incierto de la vida.
En el Edén del
misterio,
adivinar
las señales del gran
reino,
donde un mago
se divide y multiplica a su antojo.
Así, en los átomos de
un sueño
del que todos somos
parte.
Mi
corazón es un chicle Bazooka
y se estira.
Cada
vez que te abrazo y que me abrazas
se enciende y se ilumina.
Es
una luz cuando me arropas
con
tus brazos de lana,
parpadea,
hace
pompas de amor, es una estrella
y me guarda
y me guía.
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